San Juancito, Parte 1

San Juancito es una aldea del municipio del Distrito Central, capital de Honduras.
Esta comunidad es rica en historia, la había visitado en ocasión de un Festival de Jazz que ocurrió unos años atrás pero esta vez volví con mis compañeros del Diplomado de Evaluación de Impacto Ambiental y pude conocerlo mejor.

Así que al pasar Valle de Ángeles y bajar por un sinuoso y pavimentado camino llegamos aquí.
Un pueblo minero en medio de las montañas con clima muy fresco por el cual apetece caminar.

Durante el recorrido descubrí que en San Juancito  funcionó la primera planta Hidroeléctrica en Honduras, que aunque actualmente esta abandonada sigue en pie y en proceso de restauración para convertirla en museo.

Al entrar da una sensación interesante. como misteriosa, entre las paredes de bajareque, aun se encuentran algunos de los equipos, turbinas, los casilleros de los operadores, el panel de control...

Será muy interesante cuando este todo restaurado, pero aun en el estado actual vale la pena verlo.

Siguiendo el recorrido pasamos visitando La Escuela Taller, donde se elaboran trabajos decorativos en papel, hierro forjado, madera, mosaico y vidrio.
Los encargados muy amablemente dan a los visitantes un recorrido por el lugar y explican algunas de las técnicas empleadas, en nuestro caso la elaboración de papel a base de fibras naturales.

El resultado, hermosos papeles de colores hechos a base de fibras de caña de azúcar, café, izote y decorados con hojas y pétalos de flores.
Nos mostraron infinidad de colores que después se usan para hacer tarjetas, invitaciones, forrar cajas, álbumes de fotografía, lamparas, entre muchos otros usos.

Seguimos caminando hasta llegar a La Escuela Mágica.

Con el lema: "Aprender divirtiendo" es esta una escuelita pintada en colores muy llamativos donde se enseña a los niños y también a los adultos sobre varias disciplinas artísticas: danza, teatro, cerámica, dibujo, música etc.

Maestros voluntarios visitan la escuela para impartir los cursos y resaltan los de Magia, de ahí el nombre de la escuela.

Me gusto mucho ver a niños y niñas aprendiendo a cocinar, sin ninguna diferencia de género.

Ese día el menú constaba de "Pastelitos de Plátano" desafortunadamente para nosotros, no quedaba tiempo de quedarnos a comer, aun teníamos que visitar la primera embajada de Estados Unidos en Honduras y hacer un recorrido por el bosque nublado, pero eso se los contaré en el siguiente post.